en particular, el estilo de un ministro, y la habilidad de manejar la transición efectivamente. Sin embargo, las investigaciones no muestran ninguna prueba sólida de que el ministerio es más difícil, simplemente es diferente. Si es difícil o no, no es una respuesta evidentemente clara, pero cualquiera que va a dedicarse al ministerio hoy debería entender que el ministerio es diferente en el siglo veintiuno. Los pastores de hoy sirven a una congregación más educada y cosmopolita cuya lealtad a la
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